Bailo las músicas del infinito
sin esperar alcanzar la consciencia.

La consciencia total de los hombres
que danza en este mundo
de aires, atmósfera infinita
ilusión del más ayá
en una danza.

Metafísica, noche de verano,
ilusión
de dejarse llevar.
Hemos volado a lugares que no existen,
hemos podido vencer
comportamientos establecidos,
engranajes, articulaciones
de los hombres sociales.
Si no eres rígido operador
vayas a guarecerte a la cochambre
de la lluvia
que siempre agotará
tu estancia en este mundo.

Noche de verano,
ni siquiera es aquí posible
no hacer caso a la existencia
y creerte parte de un flujo que no cesa,
aire que no cesa.
No existe más
que en una ilusión
que hizo nido en nuestra mente,
ancestral,
siempre dispuesta al arrebato.